El invierno conlleva las condiciones meteorológicas más peligrosas para conducir. El viento, el frío, la lluvia, la nieve y el hielo condicionan y obligan al conductor a modificar la forma de conducir. Los principales consejos para afrontar estas condiciones adversas los recogemos en los siguientes 9 tips para conducir en invierno:
1. Puesta a punto.
El vehículo, para ser seguro, debe estar en perfecto estado. Los neumáticos, los frenos y los amortiguadores; así como la batería y las bujías deben revisarse.
2. Climatización correcta del habitáculo.
Es indispensable que el conductor se sienta cómodo al volante, la temperatura debe ser la idónea para conducir sin sentir
frío ni calor excesiva. Este consejo es el más obvio de estos 9 tips para conducir en invierno, pero es necesario recordarlo y ponerlo en práctica.
3. Alumbrado correcto.
En invierno, las horas de sol se reducen y fenómenos como la niebla son muy comunes, por lo que la visibilidad disminuye. Para ver y ser visto, es recomendable conducir con luces cortas.
4. Parabrisas y cristal trasero en perfecto estado.
Los conductores deben revisar el estado de los cristales y, si hay cualquier rotura o grieta, reparar o cambiar el cristal para evitar que las heladas lo rompan. Es importante conocer con exactitud la póliza del seguro contratado y las coberturas que incluye.
5. Equipamiento invernal extra.
Al kit obligatorio: chaleco reflectante, triángulos y rueda de emergencia, en invierno, se recomienda añadir: linterna, teléfono móvil cargado, agua, ropa de abrigo, manta, botiquín y el depósito lleno.
6. Informarse sobre las condiciones meteorológicas y de la situación de las carreteras.
7. Reducir la velocidad.
Los fenómenos meteorológicos propios del invierno, hielo, viento, nieve y lluvia, exigen una conducción a menor velocidad y evitar reacciones bruscas al volante.
8. Escoger marchas largas.
Siempre que sea posible, y especialmente sobre hielo o nieve, se debe conducir con las marchas del vehículo lo más largas posibles, incluso al iniciar la marcha.
9. Evitar el freno.
Sobre el hielo, la nieve y el pavimento mojado, para frenar o detener el vehículo, lo más recomendable es ir bajando las marchas para ir reduciendo la velocidad progresivamente hasta detener el vehículo.